Lo que en 2007 comenzó como un proyecto que buscaba reubicar a más de dos mil vendedores estacionarios del centro de Valledupar ha terminado convertido en un botadero público de basuras y en guarida de consumidores de drogas.
El centro comercial La Granja, que pretendía solucionar la problemática
de invasión del espacio público en la zona céntrica de la ciudad, con un costo
de 20 mil millones de pesos, de los cuales, ya se invirtieron tres mil millones
en columnas y estructuras metálicas, es utilizado para depositar basuras,
escombros, podas de árboles y como lugar de habitación para personas de la
calle y drogadictos.
A pesar de las reiteradas reclamaciones de la Asociación de Vendedores
Ambulantes y Estacionarios de Valledupar para que la alcaldía gestione la
terminación del proyecto, hasta el momento no hay luz verde para ello.
Los comerciantes del sector han solicitado al alcalde Fredys Socarrás
que realice los controles en el predio para evitar que sigan utilizándolo como
botadero de basuras.
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