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Foto: Andrés Díaz @andresdiazamora
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En pocos segundos las oficinas
fueron evacuadas por completo; no hubo tiempo de verificar la certeza de la
información.
Hacia las 10:40 de la mañana de este martes, una de las
recepcionistas de la Alcaldía recibió una llamada; era la voz de un hombre, que
le indicaba que a las 11:00 en punto estallaría un artefacto que había sido
dejado en inmediaciones de recepción.
Bajo el canicular sol que hacía en Valledupar; con un calor
abominable, cuando faltaban pocos minutos para el inicio del mediodía, las
cerca de 250 personas que se encontraban al interior del edificio entre
empleados y visitantes, esperaban a las afueras mientras los técnicos de
explosivos hacían la revisión.
A las 11:40 de la mañana se dio la orden que solo los empleados podían ingresar.
Al final la bomba resultó siendo una falsa alarma que terminó
convirtiendo una jornada laboral que transcurría dentro de los parámetros
normales en momentos de pánico y zozobra.
Nada más el susto
“Sólo fue un susto”. Eso fue lo que dijeron el alcalde
encargado de Valledupar, Jhonny Hernández Mindiola y el comandante de la
Policía del Cesar, coronel Juan Pablo Guerrero Vallejo, al salir del Palacio
Municipal tras inspeccionar todo el edificio por el anuncio de una llamada de
la existencia de un artefacto explosivo, lo que obligó a evacuar a todo el
personal.
Hernández y Guerrero ratificaron que todo correspondía “a
una falsa alarma”.
Los caninos de la policía expertos en explosivos realizaron
la revisión de toda la edificación y no se encontró nada sospechoso. Se cree
que todo correspondió a una llamada inoficiosa para generar alarma entre los
empleados. Tanto el alcalde encargado como el oficial indicaron que “se
revisarán las medidas de seguridad que se aplican en la alcaldía”.
Al filo del mediodía, los empleados retornaron a sus puestos de trabajo y se normalizó la atención
a los ciudadanos.
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Empleados piden
controles
Voceros de los empleados de la alcaldía de Valledupar
pidieron a la Administración Municipal que exija a la empresa de vigilancia
privada que presta sus servicios en el palacio que extremen los controles a las
personas que ingresan al edificio y al comandante de Policía que refuerce las
medidas para garantizar la seguridad de los funcionarios.
José Aponte y José García dijeron que ni los vigilantes ni
los agentes realizan control alguno a las personas que ingresan al Palacio
Municipal, lo que pone en peligro la seguridad de los empleados, incluso, del
propio alcalde Fredys Socarrás.
La queja de los voceros de los empleados fue escuchada por
el alcalde encargado Jhonny Hernández y por el comandante de la Policía, Juan
Pablo Guerrero.
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